Anillos de Plata925. Engarzado con una Obsidiana Mantowichol y una Obsidiana Dorada.
Obsidianas:
Estos bellos abundantes, y extraños cristales, fueron conocidos por todas las culturas antiguas, incluso las prehistóricas, han quedado muchos restos de Puntas de lanzas, flechas, y raspadores, teniendo un desarrollo enorme, su uso, y aplicación, sobre todo en las culturas Maya, y Azteca.
Variedades de Obsidianas. Un investigador Ingles, llamado John Clark, las clasifico basado en la sabiduría maya; eran llamadas Aiztli.
El color rojizo, pardo, llamada itzcuinnitztli, llamado también meca, o manchado, eran usadas para puntas de flechas, o para puntas de lanzas.
La obsidiana negra, preferida por los chamanes, y los sacerdotes, para usarlas como espejos, predecir el futuro, y trabajar con las emociones conflictivas, llamadas” los espejos del alma”.
Leyendas de Obsidianas. En épocas remotas, cuando los hombres salían a cazar, y los ancianos cuidaban a los niños y mujeres, un pequeño llamado Obsid, jugaba con unas piedras negras, cercanas a la gruta donde vivía con su tribu; trato departirlas, vio que eran duras, y filosas, algunas tenían extraños colores y reflejos. En una ocasión, unos lobos los atacaron, y Obsid, uniendo palos, con las puntas de Rocas, creó lanzas, que animaron a los temerosos. Lo felicitaron y en su honor bautizaron Obsidianas a estas Piedras.
Leyenda Maya. Un niño llamado Tepoztecatl, que era huérfano, crecía inquieto y juguetón, pero era respetuoso de los ancianos que lo adoptaron.
Un DIA, los señores del pueblo, los Tepiles, decidieron sacrificar al padre adoptivo de Tepoztecatl, al monstruo de Xochicalco, a quien alimentaban de ancianos; el niño, que amaba al anciano.
Se ofreció a ir en lugar de su padre, pero con un secreto: había aprendido a cortar las Aiztkli, (obsidianas) yendo al encuentro del monstruo, junto varias Aiztli, escondiéndolas en sus ropas, se dejo tragar entero, por MazaCuatl, la serpiente gigante, y en su interior saco las filosas Aiztli, desgarrando las vísceras del monstruo, salvando así su vida.